Hugo, Hugo, Hugo, que nombre para una película… esta vuelta no sabía en lo mas mínimo a lo que me enfrentaba pero con una buena predisposición nos pusimos a verla con mi esposa y de a poco, la cosa fue tomando ritmo.
La película transcurre en París allá por los años 30, mas precisamente en estación de ferrocarriles a donde un pequeño solitario trata de pasar su vida lo mejor posible reparando y manteniendo los relojes a la perfección. De a poco, Hugo Cabret (Asa Butterfield) va viendo desde las alturas como transcurre la vida en todo el lugar: movimiento de gente constante, un inspector de policía muy particular con su perro que controla todo lo que pasa (Sacha Baron Cohen), un señor y una señora que están enamorados pero no pueden empezar la relación y por último, un reparador de juguetes (Ben Kingsley) que junto a su nieta, intenta pasar los días de la mejor manera.
La infancia de Hugo en la estación no es muy divertida salvo porque puede reparar relojes tal como lo hacía su padre y también trabajar con una obsesión por reparar un autómata (especie de robot) que le recuerda a sus épocas con su padre. Las días transcurren y Hugo empieza a relacionarse con el vendedor de juguetes y su nieta sin saber que de a poco, se irán revelando muchos secretos que harán de «Hugo», una película muy atrapante y única.
La verdad que la disfruté mucho, los personajes son muy buenos, las actuaciones impecables y la ambientación e imagen propuesta por Martin Scorsese está pefectamente realizada. Mi puntaje es un 9, la película dura unos lindos 126 minutos. La recomiendo.
Les dejo el trailer e imágenes:
En dos palabras: NO RECOMENDABLE.
Muy aburrida y larga. 90 minutos hubiera estado más que bien y no más de 120.
Mágica, maravillosa, única. Mi puntaje un 10.
un 6.5